La Casa de Moneda de México fue el lugar donde se acuñó la primera moneda en América Latina en 1536. Esta moneda, conocida como el «real de a ocho», se convirtió en una de las monedas más utilizadas en el comercio internacional durante varios siglos.
El «real de a ocho» era una moneda de plata de gran tamaño que pesaba aproximadamente 27 gramos. Su nombre se debía a que se dividía en ocho partes, conocidas como «reales». Cada real podía ser utilizado como una unidad monetaria independiente, lo que facilitaba las transacciones en un contexto de comercio diverso y global.
Esta moneda fue acuñada en México debido a la abundancia de plata en la región y la presencia de la Casa de Moneda, que se estableció en la Ciudad de México en 1535. La Casa de Moneda de México fue la primera casa de moneda establecida en América y jugó un papel fundamental en la producción de monedas que se utilizaban tanto en el comercio interno como en el internacional.
El «real de a ocho» se hizo muy popular en Europa, Asia y América debido a su aceptación generalizada y su valor estable. La moneda se convirtió en la base para muchas otras monedas de plata en circulación en todo el mundo. Además, la aceptación generalizada del «real de a ocho» en el comercio internacional llevó al desarrollo de sistemas financieros y comerciales complejos en diferentes partes del mundo.